EL EMPRENDEDOR… ALTERNATIVA A LA CRISIS.

La libre empresa no puede justificarse únicamente por ser un buen negocio. Solo se puede justificar porque es buena para la sociedad

                                                     Peter Drucker

A mediados de la década de los años 90 del siglo pasado, después de la famosa “década perdida” – 1980 -1990 – que destruyó las economías de las naciones en vías de desarrollo, empobreciendo y llevando a la miseria a millones de personas, la ONU, a través de la UNESCO, organismo para el desarrollo de la Educación y la Cultura, elaboró un proyecto que llamó EMPREDORISMO, orientado a devolverle a la iniciativa privada, individual, la generación de iniciativas industriales, comerciales y de servicios, en donde con pocos recursos y mucho de creatividad se crearan micro, pequeñas y medianas empresas, conocidas también como PyMES.

Para esto, destinó recursos humanos, técnicos y económicos, ejecutados por entes gubernamentales de cada país, dirigidos a la captación y capacitación de líderes – hombres y mujeres – dispuestos a contribuir al desarrollo social a través de sus actividades, convirtiéndolos en generadores de mano de obra, ingresos y oferta de bienes y servicios.

En la actualidad estos micro, pequeños y medianos empresarios llamados EMPRENDEDORES, son los responsables de por lo menos el 73% de la contratación de mano de obra y de un alto porcentaje del PIB de cada uno de los países en vías de desarrollo, dentro del programa.

De allí, que en este momento histórico – por la grave crisis financiera mundial – el emprendedor, nuevamente, sea el motor que contribuya con su accionar, a la reactivación de la economía y el ahorro.

He aquí, entonces, la importancia de la preparación ejecutiva del Emprendedor. Son estos individuos con ansias de generar nuevos espacios para la producción; los que más cuidado y atención deben prestar.

La pregunta es: ¿A qué debe prestar tanta atención? La respuesta: a las capacidades y actitudes que deben poseer y desarrollar a los efectos de poder generar valor agregado para sus clientes, pues es, ese valor agregado, lo que determinará o no el contacto de éstos últimos con su empresa.

Ante la agresividad comercial de los competidores, sobresalir para atraer los deseos y necesidades de sus clientes y prospectos, requiere de algo que lo haga único y especial. Aún vendiendo golosinas, se debe tener la capacidad de atraer el interés en sus productos y, no en los de los competidores.

CONDICIONES

Si hay algo que un emprendedor debe poseer es autoconciencia, o sea conciencia de sí mismo, de su forma de ser y responder antes los sucesos en su empresa y el entorno. Para ello no hay nada más cierto que el axioma socrático: “Conócete a ti mismo”. Sólo una persona claramente consciente de sí misma es capaz de auto controlarse.

El conocimiento de sí mismo le permite, además, llegar al autocontrol. Es el autocontrol la capacidad de meditar sobre sí mismo y sus actos, adoptando una postura que le permite ser consciente de sus decisiones evitando que, por decisiones erradas, llegue incluso a dañar su imagen y prestigio como emprendedor. La pérdida de control lo hará sucumbir, tanto a las inestabilidades del mercado, como a las tormentas que a diario un emprendedor se ve expuesto. Un emprendedor, es como un capitán de navío: Debe mantener la calma, fortaleza y templanza, aún en los peores momentos, para tomar la decisión más acertada y guiar la empresa a buen puerto.

COMPETENCIAS

La gestión del Emprendedor es acertada, cuando entiende que en este mundo globalizado, con abundante oferta de bienes y servicios, si se quiere captar parte de la demanda, mantenerla y ampliarla, es fundamental poseer la creatividad mínima para darle, tanto a los productos y servicios, como a los procesos de producción y venta, ese toque especial que lo distinga de sus competidores. O sea, ser creativo; sin capacidad de creatividad e innovación las posibilidades de éxito son extremadamente limitadas.

Para el Emprendedor eficiente es conocido, que no todas las empresas subsisten. Muchas caen, y una de las razones es esa falta de capacidad para generar nuevas ideas que le permitan continuar conservando el apoyo de sus clientes.
 
La creatividad se pone de relieve tanto para generar un nuevo producto, como para diseñar un proceso que permita menores costos y mayor calidad; así, esa creatividad le permitirá efectuar, a tiempo, cambios de estrategia o bien resolver mejor los problemas que puedan poner en riesgo la supervivencia de su empresa. La creatividad, por tanto, se convierte en una cuestión vital para el Emprendedor que pretenda triunfar en los negocios.

En el mundo actual de los negocios, para generar empresas de excelencia ya no basta con reaccionar o prevenir, es fundamental generar los cambios, ser capaz de fijar nuevas reglas de juego; es en este punto donde confluyen la creatividad y la sensibilidad. El Emprendedor debe ser sensible para captar los cambios del entorno y, creativo para generar las soluciones que marquen la diferencia.

La capacidad de reacción ante lo inesperado fue, es y continuará siendo una aptitud que diferenciará a aquellos que sobrevivan con su empresa, de aquellos que fracasan ante las crisis de un entorno – como el actual – cambiante en lo social, económico, político, cultural y psicológico, por lo que es menester que el Emprendedor cuente con la sensibilidad suficiente para captar esos cambios a tiempo, y aún más, adelantarse a ellos mediante una mentalidad proactiva. Es por ello que en estos tiempos más que simples Emprendedores-Gerentes se necesitan inspiradores y entrenadores, lo cual son las condiciones para el nuevo liderazgo.

ADMINISTRACION
 
En todo negocio que cuente con personal, el Emprendedor deberá tener la capacidad de liderar y motivar a estos y, lograr su compromiso, hacia la consecución de las metas. Es por ello tan importante, fijar metas claras y precisas que estén en conjunción con la Misión de la empresa. Tanto el Emprendedor, como los funcionarios y empleados deben saber en qué negocio están y quiénes son sus clientes, y por lo tanto saber en qué negocio no están y quienes no son sus clientes. Parece algo simple y sencillo, pero muchas Emprendedores han fracasado al tener una Misión restringida o muy poco clara.
 
Tener clara la Misión de la empresa y sus objetivos y, ser consiente de las restricciones y limitaciones, le permitirá, al Emprendedor, desarrollar planes más acordes a la realidad y auténticas posibilidades de la empresa. Una de las peores cosas que le puede acontecer a un Emprendedor es no ser consciente de sus limitaciones. Ser consiente de ellas le permitirá contratar a las personas que le cubran sus flancos débiles. Dirigir a los empleados y obreros para el logro de los mejor resultados no es cosa fácil, sólo individuos realmente talentosos pueden sacar lo mejor de sí a cada uno de su plantilla. Recién en ese momento, cuando aparte de sus conocimientos y experiencias, pueda contar con una visión más experimentada y analítica, estará en condiciones de poder desarrollar un Plan con mayores posibilidades de éxito. Éxito que sólo podrá hacerse realidad si el Plan es acompañado de capacidad organizativa, talento para la dirección, un fino espíritu controlador, y la firme decisión de triunfar en el mundo de los negocios.
 
Lo del fino espíritu controlador hace referencia a una capacidad sutil y especial con la que se debe contar para no sólo determinar qué y cuándo controlar, sino para ser consciente de aquella información que contradice las sensaciones e intuiciones que un buen Emprendedor debe contar y cultivar. Saber preguntar, con claridad y precisión, es una capacidad que no todos tienen, y que le permitirá retomar o cambiar de rumbo en el momento preciso.

Hoy, un buen Emprendedor, debe pensar continuamente cómo hacer más veloz cada tarea, cada proceso. Antes se enviaba una tarjeta postal vía correo, hoy se efectúa vía Internet, a un costo prácticamente cero y de forma inmediata, con el agregado de efectos especiales.  Por ello, en una era donde los ciclos de respuesta de los servicios son cada vez más cortos, la tardanza en atender un pedido puede significar la derrota en manos del oponente más veloz.

El Emprendedor debe tener siempre presente, que el primero en llegar generalmente fija las reglas de juego y se posiciona en primer lugar en la mente de los clientes. Para tratar de ser primero es menester, entonces, ser cada día más veloz. La velocidad logra una mayor satisfacción de los clientes, pero considerando, que la velocidad sólo es útil si se corre en la dirección correcta.

Esto significa, no perder de vista la calidad de su producto o servicio. En un mundo con exceso de oferentes, serán más demandados aquellos productos y servicios con mayor valor agregado, para lo cual el Emprendedor eficiente, no deja nunca de agregar calidad a su oferta. La calidad por si sola no asegura el triunfo, pero le permitirá participar de la competición. Debe ser calidad “de primera”  que refleje una cultura de alta productividad, bajos costos y por lo tanto mayor capacidad competitiva.

PARADIGMAS

Por experiencias, propias o ajenas, los humanos sabemos que los paradigmas son poderosos, pero no omnipotentes. Cuando un paradigma comienza a ser incapaz de resolver una serie de problemas que queremos y debemos resolver, la solución es encontrar otro paradigma que lo haga. Esta filosofía ha sido el motor del desarrollo científico, tecnológico, social y político de los últimos 100 años.
 
Albert Einstein nunca usó la expresión “cambio de paradigma”, pero a eso se refería cuando decía: “Los problemas importantes no pueden resolverse en el mismo nivel de pensamiento en que se crearon”. En otras palabras, muchas veces el único modo de resolver un problema es cambiar el paradigma.
 
Para un Emprendedor esto tiene una importancia trascendental, tanto para percibir nuevas oportunidades de negocios, en el sentido de generar soluciones para determinados problemas, como así también para resolver aquellos de una manera, en que los actuales paradigmas no lo hacen factible.

En un mercado hipercompetitivo los Emprendedores deben poseer cada día más capacidades y aptitudes, no bastando sólo poseer capacidades racionales, hoy día, más que nunca antes, es menester contar con capacidad creativa, innovación, intuición e inteligencia emocional. Comprender la naturaleza del entorno y ser sensible a sus cambios y flujos de energía, le permitirá al Emprendedor lograr nuevos y mayores niveles de excelencia.

Es, tal vez, la mejor  herramienta de supervivencia en medio de la actual crisis financiera mundial, con altas tasas de desempleo, contracción de la demanda y, todos luchando por un lugar y unas posibilidades de desarrollo.

Los que queden atrapados por paradigmas inoperantes para las nuevas épocas y necesidades, verán retroceder sus posiciones y participaciones en el mercado. No hay más remedio: hay que estar dispuesto a salir al juego y vencer para seguir subsistiendo.

Ahora, como nunca antes,  se pone de manifiesto la importancia del trabajo solidario y mancomunado de SIGUE, que como fase superior del proceso de agremiación profesional, se ha convertido en la Cámara de Industriales Gráficos del Guayas, con todos los beneficios para sus miembros, de los cuales un altísimo porcentaje están enmarcados dentro de la PyMES.

¡Salud y larga vida para la Cámara!!

OMAR TÉLLEZ JIMÉNEZ

otellez@aliancarussa.com.br

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