El Plan De Negocios
Para la gran mayoría de los emprendedores, el mayor reto no consiste en recaudar dinero sino en tener el ingenio y el empuje para arreglárselas sin él.
Amar Bhidé (Profesor de Harvard)
En las condiciones actuales de la economía, en medio de la crisis más severa de los últimos 80 años, que ha obligado a los grandes conglomerados de empresas a reducir puestos de trabajo, afectando toda la cadena de producción de bienes y servicios, se presenta – como paradigma histórico – la oportunidad para hombres y mujeres de espíritu luchador, inclaudicable, de convertirse en un EMPRENDEDOR.
Como estímulo, les puedo asegurar que los países del BRIC (sigla de Brasil, Rusia, India y China) cuentan con las economías emergentes más importantes del mundo actual y están compuestas en un 73% por Pymes, ocupando una enorme cantidad de mano de obra y contribuyendo al desarrollo de estos países con la exportación de sus productos manufacturados.
El Ecuador, no puede ser la excepción; el ejemplo lo vemos a diario en las principales avenidas y espectáculos de todas las ciudades, donde en un pequeño espacio se encuentras ciudadanos microempresarios, haciendo negocios, comprando y vendiendo.
Sin embargo, es necesario darle un marco profesional a esta actividad empresarial para tener éxito, pues de lo contrario no se logrará “sobrevivir” en el empeño. Para poder triunfar a la hora de crear una pequeña o mediana empresa, hay que tener siempre presente las cuatro “Ds”, Dirección, Deseo, Disciplina y Determinación.
Es que, de una forma u otra debemos aceptarlo: en todo proyecto hay riesgos e incertidumbre. Esto no podemos evitarlo. Siempre aparecerán variables sobre las que no tenemos control, sobre las que no nos detuvimos a pensar.
Ahora bien, con esta pequeña introducción entremos, a lo que queremos llegar: que si usted va a “emprender”, debe comenzar con un Plan de Negocios (por escrito). Esta es la mejor manera de comenzar a manejar las variables controlables.
Es creencia generalizada que los “planes de negocios” son útiles sólo a operaciones industriales que requieren hacer presentaciones a bancos, o conseguir dinero de inversionistas externos. El Plan de Negocios es, igualmente, indispensable para las empresas pequeñas, quizás más importante que para las grandes empresas que invierten millones en desarrollarlos, utilizando expertos en diferentes áreas de la gestión empresarial.
En los foros empresariales, universidades y escuelas de negocios, se recalca insistentemente que un Plan de Negocios es la herramienta más poderosa que puede utilizar una empresa operando en la actual economía de mercado globalizada.
Un Plan de negocios es un documento que en forma ordenada y sistemática detalla los aspectos operacionales y financieros de una empresa. Al igual que un mapa guía a un viajero, el Plan de Negocios permite determinar, anticipadamente, dónde queremos ir, dónde nos encontramos y cuánto nos falta para llegar a la meta fijada.
Ahora bien: ¿Cuál es el beneficio de tener un Plan de Negocios por escrito?
Nos ayuda a entender mejor nuestro producto o servicio; a determinar cuáles son nuestras metas y objetivos; anticipar posibles problemas y fallas; clarificar de dónde vendrán los recursos financieros; en fin, tener parámetros para medir el crecimiento de la empresa. Es, también, una herramienta de comunicación para familiarizar empleados, personal de ventas, proveedores, etc., en los objetivos de la empresa. Un buen Plan de Negocios, permite ahorrar dinero, ya que enfoca nuestra visión del negocio, como lo hemos pensado.
Igual que un “currículum vitae” es la presentación escrita de una persona, un Plan de Negocios es la descripción anticipada y escrita de una empresa. “No podemos concebir un organismo de cualquier índole cuyos directivos no tuvieran en estudio los objetivos de la negociación, y desde luego la mejor manera de llegar a esos objetivos. Un grupo de personas que no encamine sus esfuerzos guiado por algún Plan, viene a ser meramente un núcleo incoherente y sin dirección y no un organismo”, como dice Robert Anthony en el texto clásico “Management Accounting”.
Aunque el nombre de Plan de Negocios (business plan) y la estructura generalmente aceptada para estos son de origen reciente, la llamada planeación periódica, planeación de proyectos especiales, planes maestros, etc., se han utilizado desde tiempos inmemoriales. Para ordenar en forma estructurada las ideas sobre un negocio o empresa, los gurús de la Gestión Administrativa han desarrollado esquemas o estructuras para la planeación, que son todas coincidentes. En resumen, podemos decir que todas ellas hacen un análisis de los elementos que constituyen una “empresa”, entendiendo por tal persona y recursos físicos organizados con la finalidad de conseguir un objetivo. Para los fines de planeamiento una empresa puede estar constituida por una o varias personas.
Ahora bien: ¿Cómo elaborar esa “hoja de ruta” o Plan de Negocios al emprender un proyecto?, no es difícil; observemos con atención:
1) Definir la misión (la “razón de ser”) y la visión que se tiene del negocio (es decir, como se imagina a la empresa en el futuro)
2) Hacer un análisis general del entorno incluyendo las condiciones generales del mercado donde actuará la empresa (si está en alta o en baja, las Oportunidades y Amenazas que presenta), los competidores existentes y los que pueden aparecer, así como analizar las Fortalezas y Debilidades de la empresa, incluyendo sus ventajas competitivas.
3) Determinar cómo se manejarán las diferentes variables comerciales (o “mix” de marketing): cómo se comunicará el producto o servicio (si se hará publicidad o no y donde), en dónde se comercializará el mismo, con qué política de precios (caro, barato), qué calidad tendrá lo ofrecido, cómo se lo intentará posicionar (es decir, qué esperaremos que piense el posible consumidor sobre nuestro producto o servicio y sobre la empresa), etc. También deberemos definir específicamente a quién le ofreceremos nuestros productos o servicios (nuestro “target”).
4) Establecer objetivos. Habiendo llegado hasta aquí, debemos ahora definir qué objetivos nos propondremos conseguir, procurando ser lo más específicos posibles (cuánto venderemos y en cuanto tiempo)
5) Determinar la estructura necesaria. Qué se va a requerir para los talleres y las oficinas; cuáles equipamientos, cuanto personal, etc., y qué recursos económicos necesitamos para concretar estos objetivos.
6) Analizar los resultados. Deberemos comparar los ingresos y egresos previstos para definir si el proyecto resulta rentable y factible en términos financieros.
Haciendo un resumen mantengamos las siguientes ideas: 1.- Si vamos a emprender, es imprescindible tener un Plan por escrito. 2.- Y en este Plan, se deben responder las siguientes preguntas: “Qué” vamos a vender (que producto o servicio); “Cuanto” venderemos (objetivos; “Cómo” (con o sin publicidad, con qué precios); “Con qué” (con qué estructura: maquinaria y equipos, oficinas, computadora, línea telefónica, suministros, empleados, etc.), finalmente “Cómo funcionar” (análisis F.O.D.A. del mercado y la competencia, además de un análisis de la factibilidad económica y financiera del negocio que se va a emprender)
Este análisis nos ayudará a aterrizar, colocar los pies firmes en tierra y saber qué disponibilidad de dinero propio tenemos y cuánto financiamiento necesitaremos conseguir para arrancar la empresa; y en este punto, lo deseable, a la hora de pedir financiamiento es estar preparado. Ya los tiempos en que uno se acercaba al banco con una idea y salía con dinero se acabaron, es importante llegar con una idea clara de lo que se quiere, conocer el producto, y lo más importante, tener un Plan de Negocios bien definido bajo el brazo.
«Estén preparados, tengan toda la información que necesitan a la hora de pedir un préstamo, a los banqueros no les gusta perder el tiempo», dijo John Dunn Jr., jefe de la división de finanzas de la Administración de la Pequeña Empresa (SBA por sus siglas en inglés).
Generalmente se torna difícil para las pequeñas empresas competir con las grandes, pero es aquí donde el gobierno del Presidente Correa – conforme a su Plan de Desarrollo Económico y Social – puede ayudar mejorando los aranceles para la importación de maquinaria y materias primas y, democratizando la banca de desarrollo, de tal forma que el emprendedor tenga acceso a líneas de crédito baratas y precios asequibles de maquinaria, equipos y materia prima. Con seguridad que la recién creada Cámara de la Industria Gráfica del Guayas ayudará – de ser convocada – con ideas valiosas para este fin.
Otra cosa que hay que tener en cuenta y que es clave para el éxito de un negocio que está en etapa inicial, es lo que en los Estados Unidos se conoce como networking, que no es otra cosa que relacionarse con las personas claves. En los negocios de hoy en día, no sólo es importante lo que sabes, sino también a quien conoces. Y la oportunidad de aprovechar estas fortalezas que le permitan contar con apoyo, asesoría y capacitación es afiliarse a Cámara de Industriales Gráficos del Guayas, o a las Asociaciones Gráficas de Quito, Cuenca, Manabí, etc., por medio de las cuales pueden promocionarse y conocer a personas que se encuentran en su misma situación, además de conseguir información pertinente para el desarrollo del negocio.
Finalmente, todo emprendedor debe tener como un mandamiento, la certeza, que el objetivo de toda empresa es tener utilidades. En consecuencia, para conseguirlo, una empresa tiene que producir bienes o servicios, que se intercambian por dinero, obteniendo una rentabilidad, de tal forma que el negocio sobreviva, pueda mantenerse y crecer, genere fuentes de trabajo, contribuya con los impuestos y le permita a este emprendedor – hombre o mujer – sentir la satisfacción de haberse arriesgado, porque cree en el libre mercado y en la igualdad de oportunidades para todos en el Ecuador.